Historia de una familia disfuncional. Una historia no apta para sensibles, de alto contenido sexual y con mucha violencia gráfica y psicológica.
Considerado por muchos el mayor terrorista del cine contemporáneo, Takashi Miike ha arrasado con los pocos tabúes que aún persistían en la industria cinematográfica creando tanta fascinación como controversia. De la carcajada a los vacíos de estómago, del realismo puro al fantástico invasor del verosímil, cada escena provoca sensaciones contradictorias en el espectador que en numerosas ocasiones se descubrirá víctima de una perversión voyeurística de la que tal vez se sentía exento.
En Japón Visitor Q fue emitida por televisión. Aquí sólo se ha estrenado en algunos festivales y ni siquiera fue editada en video por su potente carga de violencia...
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